Cuidando una cría de lechuza.

Las lechuzas son aves fascinantes. Se les considera rapaces debido a que se alimentan de proteína animal, carne proveniente de ratones, ratas, pequeños anfibios, reptiles y mamíferos. Dependiendo de la especie de lechuza, estas presas se encuentran en un rango de entre los 100 y los 350 gramos de peso.  Estas aves son también de naturaleza nocturna, pues su vista está adaptada a funcionar perfectamente con poca luz.  A las lechuzas se les suele confundir con los búhos, sin embargo, un búho se distingue de otras especies gracias a las plumas erizadas sobre su cabeza, característica que no poseen las lechuzas.

El vuelo de la lechuza es sumamente aerodinámico y silenciosos  y sólo suele emitir algún sonido antes de cazar su alimento.  Sobra decir que su plumaje es muy bello dentro del mundo animal, pues forma extraordinarios patrones alrededor del cuerpo de los individuos.

Dicho esto, nos emocionó mucho cuando nuestros amigos de la PROFEPA nos pidieron ayuda para cuidar una cría de lechuza que se encontraba deshidratada y asustada. En Aluxes la recibimos con los todos protocolos necesarios y capacitamos a sus cuidadores para que supieran cómo alimentar, sujetar y manejar a esta simpático ser. También pudimos ayudar a la PROFEPA para establecer un régimen alimenticio para la pequeña lechuza, que consistía primordialmente en carne bañada en suero para su hidratación, siendo alimentada cada cuatro horas, especialmente de noche. Una vez que se estabilizó la cría, el horario fue espaciándose paulatinamente, pues en el centro de rescate tenemos que ser muy cuidadosos en no acostumbrar a los animales de vida libre que ayudamos a la dependencia humana, pues esto significaría que no pudieran valerse por sí mismos de vuelta a la vida salvaje. Es así en Aluxes hacemos equipo con organismos como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente para contribuir en una mejor dinámica de interacción con diferentes especies animales, disminuyendo su estrés y su minimizando sus riesgos.